Recuperación de bebederos en el proceso de centrifugado: Maximizar la eficiencia y minimizar los residuos.

En el entorno de la industria de la Fundición Centrífuga, y en cualquier industria en general, la optimización de materiales y procesos es esencial para mantener la competitividad y la rentabilidad. Una de las áreas que más preocupan a los profesionales de este sector es la gestión de los residuos generados durante el centrifugado, especialmente en el caso de materiales como el zamak y otros metales no ferrosos. Dentro de este contexto, la recuperación de bebederos juega un papel fundamental para reducir desperdicios y, a la vez, asegurar la calidad del producto final.

 

¿Qué son los bebederos?

En el proceso de fundición, los bebederos son los canales a través de los cuales el metal fundido fluye hacia el molde para formar la pieza deseada. Una vez solidificados, estos bebederos no forman parte del producto final y, por lo general, se consideran un subproducto o residuo del proceso. Sin embargo, su composición es idéntica a la del material colado, por lo que su recuperación puede suponer un importante ahorro de costos y una contribución a la sostenibilidad del proceso.

 

Recuperación parcial de bebederos: ¿Por qué es recomendable?

Una práctica comúnmente recomendada es la recuperación parcial de los bebederos, es decir, reincorporar solo una parte de estos residuos en el siguiente ciclo de llenado del horno de fundición, complementándolos con metal nuevo. Esta metodología tiene varias ventajas:

  1. Control de la calidad del material: La incorporación de bebederos reciclados en una proporción controlada permite asegurar que el contenido de elementos contaminantes (óxidos, inclusiones u otras impurezas) se mantenga dentro de niveles aceptables. Al introducir un mayor porcentaje de material nuevo, se diluyen las posibles irregularidades, garantizando que el zamak mantenga sus propiedades mecánicas y estéticas.
  2. Reducción de residuos: Al reutilizar una parte de bebederos, se minimiza la cantidad de metal que se desecha, promoviendo un proceso más ecológico y sostenible. Aunque no se reincorporen al 100%, el uso parcial ya representa una disminución significativa de los desechos.
  3. Eficiencia económica: La reducción de la dependencia del metal virgen disminuye los costos de adquisición de materia prima. La recuperación de una fracción de bebederos puede representar un ahorro considerable a lo largo de múltiples ciclos de producción.

El proceso de recuperación: Claves para una operación eficiente

Para que la recuperación de bebederos sea efectiva, es necesario seguir una serie de pasos que aseguren la correcta fusión y limpieza del material:
  1. Reincorporación de bebederos: En cada ciclo de alimentación del crisol se debe introducir un porcentaje específico de bebederos reciclados, previamente clasificados y limpios, junto con metal nuevo. Es importante no exceder la proporción adecuada para evitar que la acumulación de escorias o impurezas comprometa la calidad del zamak.
  2. Control de la temperatura: Después de la alimentación del crisol, se debe esperar a que todo el material se funda por completo y que la temperatura alcance los niveles adecuados para el colado. El zamak, por ejemplo, requiere mantener una temperatura específica para garantizar un flujo adecuado y una solidificación uniforme, asegurando que todo el metal se mezcle de manera homogénea.
  3. Remoción de escorias: Un error común en el proceso es la sobre-manipulación del crisol. En lugar de realizar múltiples limpiezas durante la fusión, se recomienda retirar la escoria superficial una sola vez, ya que remover repetidamente las impurezas puede introducir aire en el baño de metal, aumentando la formación de óxidos y reduciendo la calidad del material final. Además, una capa fina de escoria protege al metal de la oxidación.

Es aconsejable remover el zamak fundido unas 2 veces al día, especialmente del fondo del crisol, para que los componentes que decantan se uniformen con la aleación.

Esta operación debe realizarse con cucharas o cucharones diseñados para resistir altas temperaturas y evitar la contaminación, siguiendo procedimientos estrictos de manipulación y seguridad.

Beneficios y conclusiones

La recuperación de bebederos, cuando se realiza de manera controlada y siguiendo un protocolo estricto, no solo mejora la sostenibilidad del proceso de fundición, sino que también contribuye a reducir costos y a mantener un alto nivel de calidad en los productos. Al reincorporar únicamente una parte de bebederos en cada ciclo de fundición, se aprovecha al máximo el material residual sin comprometer las características del zamak, garantizando un proceso productivo más eficiente y rentable.

Implementar este tipo de estrategias permite a las empresas optimizar sus recursos y alinearse con un enfoque de producción más responsable y respetuoso con el medio ambiente.

Si deseas aprender más sobre la correcta proporción y manejo de los bebederos reciclados, considera participar en nuestros cursos especializados en procesos de fundición, donde profundizamos en estos temas y brindamos capacitación práctica para maximizar la eficiencia de tu producción.

Para asegurar la eficacia del reciclado de bebederos, es fundamental utilizar zamak de primera calidad durante el proceso.

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